lunes, 5 de marzo de 2012

..Hoy me enviaron esto y me gusto mucho, gracias @CarloscBenitez =)


ENTUSIASMO
(Publicado el 05-07-2011)
REFLEXIONES SOBRE ENTUSIASMO

Fueron los griegos los que inventaron la palabra “entusiasmo” (Gr. En-theos usmus) que quiere decir: “Dios activo dentro de mí”. En términos más modernos: “La energía Creadora del Universo activa dentro de mí”. De hecho, tenemos el poder de crear.  Lo estamos haciendo permanentemente (cuestión de ver cómo estamos y qué tenemos).

En la antigüedad la persona entusiasta o entusiasmada era aquella que era tomada por uno de los dioses, guiada por su fuerza y sabiduría, y por ese motivo podía transformar la naturaleza que lo rodeaba y hacer que  ocurrieran cosas.  Sólo las personas entusiastas eran capaces de vencer los desafíos de lo cotidiano.  Era necesario entusiasmarse para resolver los problemas que se presentaban y pasar a una nueva situación.

La persona entusiasta es aquella que cree en su capacidad de  transformar las cosas, cree en sí misma, cree en los demás, cree en la  fuerza que tiene para transformar el mundo y su propia realidad.  Está impulsada a actuar en el mundo, a transformarlo, movida por la fuerza y  la certeza en sus acciones.  El entusiasmo es lo que da una nueva visión de la  vida.

El Entusiasmo es un requisito indispensable para el éxito en la vida.
Es el estado de ánimo del que se siente muy alegre y excitado, y lo exterioriza generalmente con risas, gestos y gran agitación.
Es la atención y esfuerzo que se dedica con empeño e interés al desarrollo de una actividad o trabajo.
Adhesión fervorosa a algo o a alguien: “con sus palabras se ganó el entusiasmo de las masas”.
El entusiasmo no es una cualidad que se construye o que se desarrolla.  Es un estado de fe, de afirmación de uno mismo.
Entusiasmo es distinto del optimismo. Mucha gente confunde el  optimismo con el entusiasmo. Optimismo significa creer que algo favorable va a ocurrir, inclusive anhelar que ello ocurra.  Es ver el lado positivo de las cosas, es una postura amable ante los hechos que ocurren.  En cambio el entusiasmo es acción y transformación, es la reconciliación entre uno mismo y los hechos o las cosas. Sólo hay una manera de ser entusiasta, actuando entusiastamente.
Si tuviéramos que esperar tener las condiciones ideales primero para luego entusiasmarnos, jamás nos entusiasmaríamos por algo.  Siempre tendríamos razones para no entusiasmarnos.  Quienes esperan que las condiciones mejoren, que llegue el éxito, que mejore su trabajo, que mejore su relación de pareja o de familia para luego entusiasmarse... jamás se entusiasmarán por algo.  Si creemos que es imposible entusiasmarnos por las condiciones en las que nos tocó vivir, lo más probable será que jamás saldremos de esa situación.

No son "las cosas que van bien" lo que trae entusiasmo, es el entusiasmo que nos hace hacer bien las cosas.
Es necesario creer en uno mismo, en la capacidad de hacer, de transformarnos y transformar la realidad que nos rodea.  Dejar de un lado toda la negatividad, dejar de un lado todo el escepticismo, dejar de ser incrédulo y ser entusiasta con la vida, con quienes nos rodean y, obviamente, con uno mismo.

La energía del entusiasmo te apoyará para que puedas realizar las cosas que sean necesarias durante el día para obtener resultados positivos. Así no habrá cabida para el desánimo, frente a cualquier adversidad que pueda aparecer en tu camino.

El entusiasmo es una fuerza que se genera voluntariamente. Actúa con entusiasmo y éste te vendrá. Sin importar como te sientas, actúa con entusiasmo. Con firmeza y dinámica en tu voz, con alegría en tu saludo, levantando tus hombros y con una agradable sonrisa en tus labios.  ¡Arriba ese ánimo!

“Mantén tu conexión directa con La Energía Creadora del Universo por medio de tu mente. Allí hay ideas geniales para innovar y conseguir los mejores resultados en tu vida”.

El Entusiasmo te permitirá persistir, insistir, resistir y nunca desistir. Nada puede reemplazar la determinación. Una vez que estás decidido a lograrlo, lo conseguirás, nunca falla.

El Universo premia la acción. La acción impulsa el entusiasmo. La actitud férrea de triunfar te genera energía suficiente para conseguir los mejores resultados. Eso es Entusiasmo.

Revisa tus pensamientos. Obliga a tu mente a pensar siempre positivamente. Impide que los pensamientos negativos se aniden en tu mente.

Recuerda que el Poder está en las palabras. Hablar positivamente alimenta tu entusiasmo. Cuando uses una palabra o frase negativa, bórrala inmediatamente y expresa palabras positivas que desplacen las negativas.

El cerebro lee también tus actitudes. Permanece alerta sobre la postura corporal que adoptas en cada momento. Levanta la frente, camina erguido, sonríe y habla con firmeza.

“Es preciso elevarse con las alas del entusiasmo.  Si se razona, no se volará jamás”. Anatole France

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